domingo, 20 de junio de 2010

Poesía del Compañero "Curro" en la fosa del cementerio, Astorga abril 2010

Dos poemas de nuestro compañero Angel "Curro", la primera, titulada SIMPLEMENTE fué leída en el acto de homenaje que el Ateneo Republicano de Astorga celebró en la fosa del cementerio municipal donde yacen los cuerpos de l@s compañer@s represaliad@s por el fascismo durante y después del golpe de estado y posterior guerra civil en Astorga y su comarca.

SIMPLEMENTE

Alertan las sirenas,
corren los muertos
a amontonarse en los refugios,
en la calle.
Olor a muertos,
de adoquines en la escombrera.
La Tricolor llega en sobre acolchado de correos
a gastos pagados.
El cartero mira la dirección:
en la calle de las sombras eternas
al fondo, donde las miradas de los cipreses
no traicionan a los camaradas,
guardados como topos
en el mármol frío
el NO PASARÁN retumba
en el tunel del tiempo.
el llanto de un perro se confunde
con el gemido de un niño.
Los tribunales y los juzgados
hipotecan la verdad,
el miedo
reorganiza su ejército.
Los diarios de la guerra echan su telón
en las sesiones de tarde y noche.
Contables de las funerarias
intentando cuadrar el cuadrante
apuntando sus números
en la libreta del salario diario,
sin distinción de clases.
Las niñas de hoy,
las mujeres del mañana.
Yo, Doña Elvira,
tú, simplemente Ana.

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EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Tenemos testigos,
aquella luna guardada,
guardada del enemigo.
Tenemos testigos,
aquellas estrellas acojonadas
que no dijeron ni pío
en el silencio de la noche.
Tenemos testigos,
los buitres
que acecharon tu destino,
tu saco de trigo,
tu ignorancia infinita,
tu saber por no saber.
En el silencio de la noche
cerraste tu puño fuerte y brusco,
brusco como el trabajo diario
sin descanso, sin horario,
agotado sin sudor,
agotado con miseria.
En el silencio de la noche
sonó la bendicion,
al todo poderoso, al todo perdón.
En la cuneta del olvido
quedó tu último suspiro,
quedaste tú pero nací yo,
con el puño retorcido,
con el puño y una canción,
con el puño y un poema.
Y aquí, no pide perdón ni dios.
Tenemos testigos,
la sotana de la noche.
Perdónenme ustedes si he mentido.